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miércoles, 25 de agosto de 2010

El oráculo de las conchas




El mar y sus elementos han sido fuente de inspiración para quienes se dedican a pronosticar el porvenir en las señales de la Naturaleza. La lectura de las conchas, una técnica practicada por pueblos del continente africano desde tiempos remotos.

Las conchas han sido asociadas desde tiempos remotos a las deidades lunares y subterráneas, mensajeras del reino de los espíritus. Esta creencia se extiende por los cinco continentes y se resume en una tradición recogida por la poesía árabe en la que las conchas son semejantes a un oído y la perla que hay en su interior son la palabra divina. Otros pueblos creen que esta perla se forma con semillas de luz o gotas de rocío procedentes del cielo o de la Luna. Este rico simbolismo dio lugar en tiempos remotos al nacimiento de un oráculo singular. Practicado aún hoy con pequeñas diferencias por hechiceros africanos, brujos brasileños o adivinos cíngaros de Asia central, se trata de un juego predictivo que cualquiera puede abordar, pues sus reglas son muy sencillas.

En qué consiste
Al consultar al oráculo solo se debe incluir el objeto asociado al tema sobre el que versará la pregunta.

- El oráculo está formado por 31 conchas (en algunas tradiciones, como la africana, el número se eleva a 65) que llevan pintados en su interior dibujos simbólicos.

- Las conchas suelen ser de un tamaño semejante y lo suficientemente grandes como para que el dibujo, trazado con un rotulador de tinta negra indeleble, se vea.

- Solo dos conchas son diferentes y pueden ser más grandes: las que representan al hombre (número 27), pintada en azul, y la de la mujer (número 28), en rojo.

- El oráculo se completa con otros elementos: dos trozos de cristal, azul o verde, que son una alusión a los ojos de Alá, protectores contra la envidia ajena o el mal de ojo. Estos vidrios pueden ser sustituidos por dos pequeñas canicas o bolitas de cerámica de color azul.

- Un terrón de azúcar y un trozo de pan seco o un corcho, que evocan respectivamente la salud y la alimentación.

- Una moneda de cobre (de uno, dos o cinco céntimos de euro), en representación del dinero.

- Un anillo de níquel o de plata, que simboliza el compromiso sentimental.

Cómo guardarlo
Todos estos elementos han de estar guardados en una bolsa o dentro de un paño de color rojo, pues este tono se asocia a los espíritus del mal que podrían nublar tu mente durante la lectura del oráculo. Al utilizar su color les rindes homenaje y te proteges de ellos. La bolsa o el pañuelo suele atarse con un cordón o una cinta negra, color al que se atribuyen también poderes protectores.

Confeccionar el propio oráculo
Es aconsejable que cada uno busque sus propias conchas en la playa, durante el plenilunio, dado que durante esos días el mar deposita mayor cantidad de sedimentos en la orilla. Los cristales pulidos de colores también pueden encontrarse al borde del mar. Si tal posibilidad no está a tu alcance, siempre puedes obtener tus conchas en la pescadería. Cada una de ellas lleva un número y un símbolo.

En cuanto a la bolsa que servirá para custodiar el oráculo, los hechiceros africanos tienen la costumbre de hacerla con una tela usada. Según la tradición, los espíritus protectores actúan con mayor eficacia los jueves que caen en fecha impar.

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